El café colombiano es reconocido en todo el mundo por su calidad y sabor único. A continuación, te presentamos las características que hacen que un café colombiano sea considerado excelente:
- Altitud: Los cafetales colombianos se encuentran en regiones montañosas, a una altitud que oscila entre los 1.200 y los 2.000 metros sobre el nivel del mar. Esta altura proporciona condiciones ideales para el cultivo del café, ya que la menor presión atmosférica y las temperaturas más frescas permiten que los granos maduren lentamente, desarrollando así sabores más complejos.
- Variedades de café: Colombia cuenta con una gran diversidad de variedades de café, siendo la más conocida la variedad arábica. Estas variedades se cultivan en diferentes regiones del país, cada una aportando sus características particulares al sabor final del café.
- Microcultivos: El café colombiano se caracteriza por ser producido en microcultivos, es decir, pequeñas fincas familiares donde se cuida cada etapa del proceso de producción. Esto garantiza una mayor atención y cuidado en la selección de los granos, su recolección y su posterior procesamiento.
- Proceso de beneficio: El proceso de beneficio del café colombiano es meticuloso y se realiza de forma manual. Los granos son cuidadosamente seleccionados, lavados y secados al sol o en secadoras especiales. Este proceso contribuye a resaltar las características organolépticas del café.
- Sabor y aroma: El café colombiano se destaca por su sabor suave y equilibrado, con notas de acidez cítrica y dulzura. Además, presenta un aroma intenso y floral que lo hace irresistible para los amantes del café.
En resumen, un buen café colombiano se caracteriza por su cultivo en altitudes elevadas, la diversidad de variedades, el cuidado en los microcultivos, el proceso de beneficio manual y su sabor y aroma excepcionales. Estas características hacen que el café colombiano sea considerado uno de los mejores del mundo.